jueves, 11 de junio de 2009

Trastorno Específico del Lenguaje

Trastorno específico del Lenguaje

(TEL)


El término TEL se define como la anormal adquisición del lenguaje hablado o escrito y puede implicar más de un componente lingüístico.
Los individuos con trastornos del lenguaje tienen frecuentemente problemas de procesamiento del él o de abstracción de la información significativa.
Durante mucho tiempo ha habido un debate en torno a la definición de TEL: Si constituye una única categoría clínica, una población homogénea, o sí por el contrario, bajo el rótulo global de TEL se incluyen una serie de trastornos del lenguaje diferentes que afectan a distintos dominios lingüísticos y no lingüísticos, con perfiles de capacidades y deficiencia específicas y una línea de respuestas variables.
Ateniéndose exclusivamente a los diversos tipos de Trastornos del Lenguaje, en la población podemos separar tres dominios lingüísticos que incluyen retraso del habla, del lenguaje o ambos. Debido a la población heterogénea separada de esta forma se han diferenciado tipologías de TEL en subgrupos dando lugar a diferenciaciones con base clínica, empírica o un criterio mixto que abarca ambas tipologías.
El primer tipo en base a criterios clínicos consiste en el estudio de la desorganización del lenguaje y los trastornos extralingüísticos en niños enfatizando los fundamentos teóricos neuropsicológicos y lingüísticos, aunque prescinden de cualquier tipo de validación empírica.
La tipología con base empírica, por su parte, llevó a cabo una diferenciación de subgrupos de niños con trastornos de lenguaje, basándose estrictamente en medidas lingüísticas estandarizadas. En esta diferenciación se agrupó, niños con problemas de fluidez o formulación del lenguaje, problemas semántico-referenciales, trastornos fonológico-gramaticales y un último subgrupo con deficiencia en la construcción de la estructura lingüística.


En ambas tipologías, clínica y empírica, cada una por si sola no es suficientemente sensible como para identificar de manera efectiva los casos de TEL. Por tanto se pretendió realizar una validación clínica de los subgrupos establecidos con base empírica y una medida de la estabilidad de los niños en cada subgrupo a una determinada edad a la que no se puede hablar de un simple retardo del lenguaje.

Un niño presentaría un TEL si el trastorno no se puede atribuir a ninguna causa obvia, es decir, si solo afecta a alguna o algunas de sus habilidades lingüísticas, si sus ejecuciones en tareas relativas al lenguaje son significativamente peores que las que se refieren a otras habilidades (principalmente cognitivas) y si los problemas lingüísticos perduran en el tiempo, aunque cambien de alguna forma sus manifestaciones. (Mendoza, E.; 2001).

Dentro de los criterios para seleccionar las personas con TEL en la población se debe primero, asegurar fiabilidad en la identificación por inclusión que consiste en integrar niños con TEL que manifiesten un nivel cognitivo mínimo, sin problemas de audición ni lesiones que puedan explicar el trastorno y sin diagnóstico previo de espectro autista.
El principio de identificación por exclusión señala que no formarían parte de la población con TEL aquellos niños que presentan retraso mental, deficiencia auditiva y disturbios emocionales, en general, ningún niño puede ser diagnosticado con TEL si su problema de lenguaje es consecuencia de factores socioculturales, ambientales o emocionales.
Este criterio tiene bastante validez, pero no asegura del todo una muestra homogénea, dentro de la heterogeneidad en la población. Por lo antes señalado se puede concluir que los niños con TEL no presentan alguna patología en específico sino que los niños afectados serían normales en su desempeño en todos los otros dominios, excepto para el lingüístico.




Bibliografía

Mendoza, E. (2001). Trastorno Específico del Lenguaje. Madrid: Ediciones Pirámide.


1 comentario:

  1. La idea de que los "temas" fueran realizados a lo largo del semestre, y no los tres juntos a la vez, era justamente el poder tener tiempo para corregir algunos problemas que aquí se manifiestan. Así como está escrita la entrada, pareciera que toda la información la CREARON ustedes. No hay citas directas y solo en una parte se evidencia que hubo una cita indirecta o parafraseo... todo lo demás queda como de su autoría y creación, y evidentemente eso no es así.
    Muy buena redacción, de todas maneras, y buen estilo académico.
    El pecado es no haber puesto citas directas desde el texto.

    Nota: 5,8

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