martes, 2 de junio de 2009

Pautas comunicativas en niños autistas.

El niño autista y su comunicación


Para introducir el tema de comunicación en niños autistas, es necesario aclarar, en primera instancia, el concepto de autismo, como un tipo de aislamiento social que involucra el desapego afectivo y trastornos cognitivos, afectando considerablemente la competencia lingüística. El autismo se traduce en:

La caótica relación de estos niños con su medio, que puede deberse al hecho de que su restructuración mental o esquemas mentales no son isomórficos con la realidad externa, por lo tanto el niño no se acomoda o ajusta de manera realista al mundo y en consecuencia, para preservar la estabilidad de su mundo interno, tiene la necesidad de quedar ligado a una etapa primitiva del desarrollo (Lien de Rozental, M.1991, pág. 49).

Para que exista comunicación, considerando los parámetros comunes, debe haber más que sólo mensajes e interlocutores, también debe existir una conectividad entre éstos. En el caso de los niños autistas, el lenguaje es un reflejo de las limitaciones de relación y comprensión interpersonal, lo cual se traduce en una incapacidad que va más allá del lenguaje hablado, abarcando los gestos y el lenguaje interno, haciendo muy difícil su inserción en la sociedad.


Las conductas típicas en los autistas, en los casos más graves, están asociadas a una falta comunicativa importante, que puede llegar al mutismo, el uso de ecolalias, es decir, la repetición ilógica de palabras, la confusión en el uso de pronombres personales, emisiones idiosincrásicas y un habla literal que implica una captación limitada de los significados connotativos, que según Gonzalvo, G. (1978) acompañan a los denotativos de muchas palabras; las connotaciones son emocionales y expresan generalmente alguna clase de valoración o preferencia, variando de una persona a otra.

Para el niño autista el medio social es impredecible e incomprensible, siendo muy habitual que traten de igual manera a objetos y a personas. Parece también admitido que los déficit sociales de los autistas no pueden ser atribuidos exclusivamente al retraso mental (Rivière, A. 2003, pág 150).

Es por esto que la comprensión de los niños autistas es muy difícil para la sociedad, por la falta de espontaneidad en el uso de la información lingüística y su dificultad para emplear estrategias de comprensión de base semántica, ya que son incapaces de proyectar en el lenguaje el conocimiento cotidiano de relaciones entre personas y objetos.

Por otro lado cabe destacar que los autistas tienen una buena memoria inmediata y dominios semánticos al mismo nivel de niños no autistas, sin embargo los primeros no se basan en la estructuración del lenguaje como ayuda para el recuerdo, ni pueden unificar elementos relacionados conceptualmente, además no son capaces de apreciar las relaciones entre hablante y oyente, ni de adaptarse a las reglas de conducta que rigen el diálogo, por lo tanto no son capaces de mantener una conversación coherente.

Desde que se estableció el autismo como un síndrome en 1943, se ha intentado encontrar una explicación a lo que originaría este cuadro, llegando a desarrollarse dos teorías, aún en discrepancia: la deficiencia del lenguaje en estos niños derivaría al autismo, o bien, éste síndrome sería el causante de los problemas comunicativos. Sea cual sea la teoría correcta, que debería transformarse en ley, los problemas cognitivos asociados al uso y comprensión del lenguaje constituyen una parte importante de la base de las conductas que caracterizan al autismo, por lo cual su observación es de suma importancia a la hora de diagnosticar a un niño con este síndrome.

Bibliografía


Hobson, R. Versión española de Ángel Rivière. (1995). El autismo y el desarrollo de la mente. Madrid: Alianza.


Bibliografía anexa


Gonzalvo, G. (1978). Diccionario de metodología estadística. Madrid: Ediciones Morata.

Rivière, A. (2003). Obras escogidas. Autismo y teoría de la mente. Madrid: Panamericana.

Lien de Rozental, M. (1991). Autismo. Enfoque fonoaudiológico. Buenos Aires: Editorial Panamericana.

3 comentarios:

  1. Hay problemas de redacción. Por ejemplo, todo el siguiente fragmento resulta agramatical, porque no cuenta con un verbo principal predicado de "la caótica relación de estos niños con el medio"... Observen: "La caótica relación de estos niños con su medio, que puede deberse al hecho de que su restructuración mental o esquemas mentales no son isomórficos con la realidad externa, por lo tanto el niño no se acomoda o ajusta de manera realista al mundo y en consecuencia, para preservar la estabilidad de su mundo interno, tiene la necesidad de quedar ligado a una etapa primitiva del desarrollO"

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  2. Ya no se tildan ni "solo" ni "esto" ni sus variantes

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  3. Finalmente, se hace una lista de referencia única de todos los textos citados en el trabajo, no diferenciada. Hay problemas de tipeo en la construcción de las referencias.
    Nota de esta entrada: 5,5

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